Proyecto: elaborar y vender tarjetería creativa artesanal

Estudié Administración de Negocios en la universidad Eafit en Medellín y me gradué en el año 1996. Durante mi carrera, me gustaba el área administrativa pero cuando la ejercí en una de mis prácticas semestrales, supe que no era mi fuerte. Cuando me gradué, busqué un empleo durante dos años y no lo encontré. Mi padre me motivó a publicar mi primer libro de poemas de manera independiente, recopilando los poemas que escribí desde los doce años de edad.  Comenzó mi proyecto personal de digitar, publicar, mercadear y vender mis cuatro libros de poemas. Estuve participando 6 años en ferias de libros desde el año 1998 al 2004. Simultánemente tuve un negocio casero de trufas de chocolate con arequipe y de otros sabores, durante los años 1998 al 2000. Luego en el año 2002 comencé a aprender caligrafía básica y artística con una maestra y un maestro en este arte, por varios meses. De ahí en adelante, investigué y aprendí caligrafía de manera autodidacta, hasta la actualidad, aún sigo haciéndolo. Desde el año 2005 en adelante, he ofrecido el servicio de marcación de tarjetas. Desde el año 2010 en adelante, he sido profesora de caligrafía. Tengo mi página web desde diciembre del 2011 y mi blog desde septiembre de 2013. 

Siempre me ha gustado el arte en general y he experimentado en varias clases. Ahora estoy dando mis primeros pasos en el proyecto de tener un negocio casero de tarjetería, junto a dos colaboradoras amigas desde finales de agosto de 2014 en adelante. La idea es elaborar tarjetería creativa artesanal para algunas temporadas especiales o toda ocasión. Trabajando en equipo, quiero descubrir lo importante que es unir esfuerzos, ideas, pensamientos, empleo del tiempo, productividad, entusiasmo y motivación, para obtener bellos resultados en los productos finales. 

En mi país Colombia, llamamos a un negociante o emprendedor, igualmente un rebuscador, en el buen sentido de la palabra. Este negocio tiene tres razones de ser y son: ocupar el tiempo en un arte relajante, bello, creativo, aprender a trabajar en equipo y tener unos ingresos adicionales. La tarjetería es un complemento perfecto al trabajo de caligrafía que yo realizo. Hasta luego.