jueves, 23 de octubre de 2014

Una enseñanza a tiempo

Hace 13 días estuve hospitalizada por 3 días debido a una diverticulitis en el colon. Comencé con un dolor abdominal generalizado y en el lateral izquierdo un dolor muy fuerte sobre todo al tacto. Entré por urgencias a la clínica y me demoraron 6 horas mientras me practicaban unos exámenes, un tac y resultaba disponible una habitación. Luego cuando me llevaron a la habitación, comenzaron a introducirme medicamentos(suero, antibióticos y algo para reducir la inflamación) por la vena de la mano izquierda. Esa primera noche, no dormí bien, porque el aparato que aplicaba los medicamentos a presión, era muy ruidoso, parecía un helicóptero. Cada seis horas me introducían medicamentos y el suero de manera constante. Tuve indisposición al día siguiente. Mientras me adaptaba a los medicamentos por la vena(primera vez que tenía esa experiencia no grata), tenía una dieta blanda. No veía la hora de salir de la clínica. Las enfermeras me atendieron muy bien, gracias a Dios. El médico me dijo que la diverticulitis es muy común en personas de 40 años en adelante y también es hereditario. Cuando logré salir de la clínica, el médico gastroenterólogo me recetó varios medicamentos en el día por 30 días y luego a mediados de noviembre me van a tomar exámenes de sangre y seguir por unos meses en tratamiento. Debo seguir una dieta más sana y evitar comidas irritantes, ácidas y mermar los fritos. Comer mucha ensalada y frutas. Mi alimentación antes de la crisis de diverticulitis, ha sido relativamente dentro de lo normal y equilibrada, pero ahora más que nunca, pienso más antes de comer. La crisis pudo haberse complicado. Ahora soy más prevenida con lo que como. Evitar al máximo los dulces o azúcares,  en conclusión, cuidarme más que nunca. Ser más juiciosa con el ejercicio. A continuación les muestro dos imágenes muy provocativas, pero ahora pienso dos veces antes de comerlas. Una enseñanza a tiempo es más válida que cualquier cosa. ¡Somos lo que comemos!   
Esta provocativa hamburguesa y papas fritas las comí durante un viaje hace un año. Pienso que mi colon se puede inflamar o distender de ahora en adelante, por esa razón, decido no comerlas. Son  unas ricas tentaciones pero voy a aprender a decir ¡no gracias!
Mi debilidad es el chocolate. Este es un volcán que comimos entre 4 personas durante un viaje. Delicioso...pero ahora me voy a medir con los chocolates.

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Caligrafía Mónica Arcila Restrepo

Caligrafía Mónica Arcila Restrepo
Letras hechas con una regla y marcadores