miércoles, 19 de marzo de 2014

Tip pedagógico en la caligrafía.

Definitivamente enseñar lo que uno sabe, se une con el aprendizaje de los alumnos, para conformar una melodía caligráfica. El ritmo, la motricidad fina, la destreza, la agilidad, la práctica, el espaciado, las alturas, los tamaños, las proporciones, regular la cantidad de tinta en el depósito de la pluma, la soltura, la paciencia, la lentitud y precisión de los trazos, acorde con la disciplina, cuando no hay que correr y se tiene el tiempo a favor. Los alumnos son mi inspiración a la hora de enseñar y transmitir mis conocimientos. He desarrollado varias técnicas y metodologías durante estos 4 años en que he sido profesora. Cada alumno es un mundo diferente, cada uno es único. Todos manejan diferentes tiempos y ritmos para desarrollar su caligrafía. Unos practican más que otros. Unos tienen metas y objetivos que varían entre ellos. Unos quieren aprender para mejorar su letra, otros por diversión, relajación, recreación, disciplina, arte y, por marcar tarjetas algún día como un servicio que pueden ofrecer a clientes o empresas. La caligrafía es muy agradecida. Con la práctica, mejoramos nuestra letra cada vez más. Es un arte-disciplina espectacular. La caligrafía tiene demasiado potencial en el mercado. También se pueden marcar muchos formatos y crear fuentes o letras personalizadas. Amo la caligrafía y creo que este sentimiento lo reflejo en mi enseñanza, porque garantizo que los alumnos aprenden conmigo y yo aprendo de ellos. Gracias a todos mis exalumnos, a mis alumnos actuales y a los futuros alumnos.

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Caligrafía Mónica Arcila Restrepo

Caligrafía Mónica Arcila Restrepo
Letras hechas con una regla y marcadores