Foto tomada durante un viaje en invierno.
Le coloqué el efecto de la nieve cayendo por sugerencia de Google+
Las relaciones humanas se parecen a la naturaleza. Las amistades, los amores y las familias tienen sus ciclos de descubrimiento, conocimiento, madurez, convivencia y otros. Este río congelado puede representar el invierno en las relaciones. Sentimientos fríos hacia el otro. Sentimientos congelados en el tiempo, cuando permitimos la distancia, la indiferencia, el rencor, la soberbia y otros elementos que perjudican las relaciones. La primavera llegaría luego, con la esperanza que florezcan hermosas flores e ilusiones. Los colores en la florescencia, reflejan los diferentes ánimos que rescatamos en las relaciones. Hay ciclos en las relaciones. No todo es color de rosa. El calor humano llegaría en el verano, ojalá esta estación permaneciera en el tiempo, para conservar la armonía, la estabilidad, la alegría, el entusiasmo, y el afecto. Luego llega el otoño cuando las hojas se colorean de tonalidades amarillas, naranjas, rojas, vino tinto y canela, que luego caerán. Es la etapa de conclusiones, de reflexiones, de superaciones, de reconciliaciones, en fin, de madurez. Vivamos el ciclo de la vida con relaciones sanas. Aprendamos de los errores, tengamos una mente positiva hacia todo lo que nos ocurra. Si nos caemos, levantémonos. Inspirémonos en la naturaleza, en su sabio estado cíclico. Luego de la tormenta llega la calma. Sigamos la corriente del río que desemboca en una vida naturalmente más humana.
ESCRITO POR: Mónica Arcila Restrepo 2014
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