La alegría de ser un alumno(niño, niña o adolescente) de caligrafía

Aunque no tengo hijos, pero si sobrinos que ya crecieron, he aprendido de ellos. Sus personalidades naturales, espontáneas, divertidas, auténticas, son propias de sus edades. Desde el 2010 he tenido alumnos(as) niños(as) y adolescentes. La de menor edad ha sido de 6 años, le siguen algunos de 9, 10, 12, 14, 15, 17 años. Los niños y los adolescentes son muy abiertos a aprender. Captan mis indicaciones como profesora, de una manera muy rápida. Les agrada ser motivados con palabras de felicitación por haber hecho bien la tarea. A las niñas les encanta las pegatinas o stickers de carita feliz y otros, que van pegadas en las hojas del cuaderno doble línea pequeño, cuando realizan las tareas satisfactoriamente. Pero claro que también reciben las observaciones, haciendo las correcciones debidas durante su aprendizaje. Sus letras se moldean con los ejercicios y las letras o frases cortas durante la clase y con las tareas. Es muy agradable enseñarles a los niños(as) y adolescentes, porque los resultados se ven muy pronto. Gracias a que sus manos son tan activas y sus espíritus tan creativos, el aprendizaje se facilita. 

Los niños aprenden básicamente la escritura-caligrafía en los colegios o escuelas, pero es importante, que los maestros y padres de familia no descuiden la escritura, manera en que sujetan el lápiz, la postura y la apariencia de las letras de los niños. Nosotros los Calígrafos-maestros actuamos como tutores o profesores fuera del colegio para corregir, mejorar o enseñar la letra básica despegada, la cursiva y como opción divertida las letras decoradas, donde ellos juegan y muestran toda la creatividad.

Los adultos que aprenden caligrafía son otra historia. Luego les comentaré sobre que los caracteriza y porque nunca es tarde para aprender o mejorar la escritura-caligrafía. ¡Hasta pronto!

 "Los NIÑOS siempre dejan huella a donde van"

Mónica Arcila Restrepo 2014