viernes, 1 de noviembre de 2013

Poesía comienza con la letra p...una posible extensión de la Caligrafía.



Cuando me inspiro y estoy muy sensible, aprovecho cada instante en mi escritorio, lugar preferido para escribir. Tengo una ventana abierta a la naturaleza por donde circula el aire y la luz. Veo a mi izquierda un árbol gigante con sus hojas verdes y frescas. Estas hojas se caen en cierto tiempo y vuelven a nacer. El aire que entra por mi ventana es el resultado de la libertad que tiene el viento. Así es mi libertad al escribir, el viento refresca mi rostro y hace que yo suelte las riendas de la imaginación y  la inspiración, para llenar una hoja en blanco. En otros momentos que estoy sensible, aprovecho que mi pluma fluya y navegue a través de mi deseo por elaborar un lindo poema o texto. El computador también es mi amigo a la hora de escribir en esta era tecnológica.


Cuando viajé a conocer la nieve, descubrí que era espectacular, toqué la delicada y blanca expresión del frío invierno. Jugué con la nieve y enterré mis botas largas dentro de esta. Más tarde escribí “Estaciones con Emociones” un poema dedicado a la nieve y el título de mi segundo libro de poemas.


Cuando conocí el otoño, llevé una grabadora de periodista en la que detallé lo que veía y me impactaba. Grabé mi voz y luego lo que oía lo escribía en una libreta. Cuando espero que la musa llegue o se despierte, disfruto más mi poesía y mis creaciones. Ejercitar la escritura también es importante.


Cuando soy un ser sensible y observador, dedico mis horas  a detallar el instante o momento que me emociona. Por lo tanto la poesía libre es capaz de satisfacer la esperanza de contemplar la belleza de la naturaleza, lo más lindo o lo más triste. Al escuchar baladas y música Pop en español o en inglés y hasta instrumental como el saxofón soprano de Kenny G, me concentro en escribir con ritmo y libertad de expresar lo que siento sin que nadie me tenga que juzgar. Uno escribe porque sí, porque lo disfruta, porque hay un desahogo de sentimientos, porque tiene facilidad, porque es su hobbie, porque puede compartir con los demás sus escritos, porque los puede publicar posiblemente. Uno escribe en cualquier momento valioso o encantador. Uno escribe para organizar sus ideas y su mente. Uno escribe para congelar un momento agradable o triste. Uno escribe para volver a vivir ese instante que se vivió, para grabar con palabras emotivas la evocación de las experiencias tenidas.



Por todo lo anterior, busquemos  la inspiración siendo positivos de pensamiento, siendo amable con la gente que está a nuestro alrededor, siendo una vez más el recuerdo vivo de la infancia y adolescencia cuando eramos tan creativos y sensibles. Busquemos palabras que suenen bien y signifiquen mucho para nosotros. Permitamos que la pluma nos guíe.

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Caligrafía Mónica Arcila Restrepo

Caligrafía Mónica Arcila Restrepo
Letras hechas con una regla y marcadores