Hoy fue mi última clase de pintura china, cómo pintar crisantemos. Crisantemo se dice ju hua en mandarín. Vimos unas diapositivas donde el maestro Martín Mazía me mostró las imágenes de varios crisantemos(fotos reales y pinturas), las flores son hermosas, amarillas, blancas y de otros colores. Algunas parecen arañas, todas poseen un centro, pétalos, hojas y tallos. El trazo del pétalo es algo parecido a un ovalo más cerrado y a veces un poco abierto(Martín dice que por ahí fluye la energía). El crisantemo es símbolo estacional del otoño. También vimos cómo los chinos pintan crisantemos en las cerámicas, en objetos decorativos, como asocian los crisantemos con el vino de esta flor, con los bambús, con los polluelos, con las orquídeas, con el té y con la caligrafía china.
“Los
cinco elementos son agua, madera, fuego, tierra y metal. La teoría describe los ciclos
de generación (生, shēng) y de dominación
(克, kè) entre ellos.”
“Según el
ciclo de generación (también llamado ciclo de creación y escrito
"cheng"): la madera alimenta al fuego, el fuego, con sus cenizas,
produce tierra, la tierra alberga los minerales, los minerales alimentan al
agua, el agua da vida a la madera.”
“Según el
ciclo de dominación (también llamado estrella de la destrucción y
escrito "Ko"): la madera se nutre de la tierra, la tierra retiene el
agua, el agua apaga el fuego, el fuego funde el metal, el metal corta la
madera.”
Hoy fue una clase donde pude pensar en la causa real de por qué aprendí caligrafía china y pintura china. Al yo tener amplia experiencia con la caligrafía occidental (escribiéndola, marcándola y enseñándola), sabía que existía la caligrafía china pero la veía muy lejana e inalcanzable. En mi ciudad, Medellín, nunca anunciaban clases de este tipo, hasta que encontré al maestro Martín Mazía, que con mucho gusto me enseñó el nivel básico para yo continuar aprendiendo de manera autodidacta. A veces es difícil navegar solo en el mar del aprendizaje y no tener quién le haga observaciones a uno para no seguir cometiendo los mismos errores o vicios. Pero, me queda el ánimo de seguir practicando la caligrafía china. Con respecto a la pintura china, realmente es muy interesante la calidad y características de esta, es un poco difícil para mí, cuando no soy pintora de base y mis aptitudes no son tan fuertes o marcadas. Aún así, aprendí a soltar más la mano y a tumbar barreras con respecto a la creencia de que el pintor solo nace. La perspectiva de la pintura me abrió nuevas posibilidades. Hoy puedo concluir que con la guía de un maestro, muchas veces es más fácil caminar y navegar con la creencia de que el pintor también se puede hacer. Mil gracias a Martín Mazía por esta bonita experiencia de enseñarme lo que no había pensado posible. Hasta luego.
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